martes, 27 de marzo de 2018

Días para todo


Dejamos atrás un intenso trimestre y, en particular, unas jornadas en que se han celebrado todo tipo de efemérides. Como sabéis, el 21 de marzo es el Día Mundial de los Bosques, que este año nos ha querido llamar la atención sobre la concentración de la población mundial en ciudades y la importancia de los bosques urbanos en la salud y calidad de vida.


Cada 22 de marzo nos invitan a celebrar el Día Mundial del Agua, reconocida como un derecho humano básico desde 2010. En esta ocasión el lema ha sido ‘La naturaleza al servicio del agua’ que, no sé si estaréis de acuerdo conmigo, resulta algo confuso: pareciera que el agua fuera ajena a la propia naturaleza y menos mal que hemos llegado la humanidad para -después de haber intervenido en los ciclos naturales, de que nuestras actividades hayan generado un impacto global nunca visto, y de comprobar que todo ello afecta a nuestra supervivencia y bienestar- caer en la cuenta de que hemos de buscar soluciones basadas en la naturaleza para reequilibrar el ciclo del agua, mitigar los efectos del cambio climático, mejorar nuestra salud y proteger nuestros medios de subsistencia.

Y sin descanso, nos plantamos en el 23 y el 26 de marzo, Día Meteorológico Mundial y Día Mundial del Clima, respectivamente, que nos recuerdan que el cambio climático es el principal reto al que tenemos que enfrentarnos, asumiendo que ya es un hecho y poniendo el acento, eso sí, más en medidas de adaptación que en soluciones que vayan a la raíz del problema.

Cualquiera de estos días puede ser una excusa para visibilizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la forma que desde 2015 han tomado los anteriormente conocidos como Objetivos de Desarrollo del Milenio. Este año la acción conjunta y voluntaria a la que se os invita desde ESenRED es enlazar alguno de ellos con una de las actividades que hayáis desarrollado en vuestros centros.

Hay días para todo y desde esta ventanita os queremos desear un feliz descanso con una poesía, aprovechando que el pasado 21 de marzo también conmemoramos su día. Su autor, Georges Perec, pertenecía al  grupo experimental OuLiPo, una banda de autores bastante flipados que hicieron de la escritura un juego: desde prescindir de una vocal para escribir un texto a componer una poesía con una suma de infinitivos. En cualquier caso, esperamos que sea una invitación a eso que buscamos en vacaciones, algo parecido a una mudanza, aunque sea simbólica…

Mudarse
Dejar un apartamento. Desocupar una casa. Levantar el campo. Despejar. Ahuecar el ala.
Inventariar ordenar clasificar seleccionar
Eliminar tirar vender
Romper
Quemar
Bajar desellar desclavar despegar desatornillar descolgar
Desconectar soltar cortar sacar desmontar doblar cortar
Enrollar
Empaquetar embalar apretar anudar apilar juntar amontonar atar envolver proteger recubrir cerrar apretar
Recoger llevar levantar
Barrer
Cerrar
Marcharse

viernes, 23 de marzo de 2018

Nuestra Confint Provincial viajará a Paredes de Nava



El pasado lunes, 19 de marzo, tuvimos la tercera reunión de nuestro Seminario en el CFIE de Palencia. Aunque se anunciaba nieve, ni los centros de la montaña palentina faltaron a la cita, y creemos que el resultado es más que satisfactorio.

Nos tocaba dar forma al VIII Encuentro Provincial de Escuelas para la Sostenibilidad y, aunque inicialmente se planteaba celebrarlo en Palencia, nada más comenzar la sesión tuvimos una grata sorpresa: recuperar el carácter itinerante de esta jornada para dar la visibilidad y el protagonismo que se merecen a los centros que la integran y, de paso, aprovechar para conocer el patrimonio cultural y natural de los municipios anfitriones.

El CEIP Alonso Berruguete, de Paredes de Nava, se ofreció a acoger, y acogernos, el próximo 5 junio, y el programa que se ha empezado a armar promete. Queremos que toda la jornada se convierta en una suerte de relato para dar a conocer qué es Escuelas para la Sostenibilidad, qué les aporta a los centros y qué sienten al forma parte de una red de redes, trabajando de forma independiente pero coordinada, para mejorar ambientalmente su entorno.

Para construir este relato vamos a explorar nuestra parte más creativa, de forma que docentes, escolares y las familias implicadas en las respectivas comisiones ambientales contéis y podáis elaborar un documento, más o menos homogéneo y con un carácter un tanto poético, evocador, si queréis, qué os inspira, qué significa lo que hacéis. Recurrir a esa parte, quizá más emocional, puede ser una buena herramienta de comunicación.

Pero no quedó ahí la cosa, de hecho, acaba de empezar y en los próximos meses cada centro trabajará en la elaboración de su propio relato. En nuestra última reunión del Seminario, previa a la Confint Provincial, haremos un ejercicio de ‘poda’ con todas esas propuestas. Y, además, nos inundarán los sueños y compromisos que cada centro tendrá que consensuar. Sueños y compromisos que nos servirán de hoja de ruta para avanzar en alguna de esas acciones que nos contaréis el 5 de junio.

La novedad de la ‘feria’ de este año es que nos organizaremos por stands temáticos, en función de los temas que cada centro está abordando. Creemos que esta fórmula agilizará el intercambio de experiencias y nos permitirá, con un poco de coordinación, transmitir el proceso de ecoauditorías que estáis desarrollando.

Sueños, compromisos, un relato inspirador, una espiral de acciones. Quizá no sean mucho más que pequeñas utopías, pero ya lo decía Galeano, encierran la esencia de lo que nos empuja a caminar.

viernes, 16 de marzo de 2018

De egagrópilas, cajas nido y navas…


El viernes pasado anduve por lo que la RAE define como una ‘tierra sin árboles y llana, a veces pantanosa, situada generalmente entre montañas’. Parece que los territorios, igual que las personas, y hasta las redes, también pueden estar en transición.


“Los críos están encantados porque el proyecto, al estimularles, les empuja a proponer más cosas”

Entre Torozos y esa Nava en la que terminó mi visita, está Ampudia, un pueblo que te recibe entre molinos de viento y un castillo imponente. En el CEIP Conde Vallellano, y bajo una lluvia inconsolable, estuve de paseo con Mª Jesús, la jefa de estudios y coordinadora del programa en el colegio. The Lions, Emojies y Granjeros Pro son los tres grupos de trabajo colaborativo en que están integrados alumnos y alumnas, de manera que, a la vez que mantienen un huerto, dan de comer a las gallinas, compostan y observan aves, buscan en sus tablets las épocas de siembra, trabajan con tablas para apuntar la cantidad de pienso o los turnos de limpieza y recogida de huevos, pesan y apuntan la cantidad de basura orgánica que generan, y elaboran un listado con las aves que observan. Y no solo: también han analizado sus egagrópilas, o sea, esas bolitas que algunas aves regurgitan y que sirven, con un poco de paciencia, lentes y alguna ayuda, para identificar de qué se alimentan. Es un colegio pequeño en el que colabora el AMPA, el ayuntamiento y otras entidades, de manera que sus logros redundan en toda la comunidad.



“El patio es un generador de conflictos”

En el CEIP San Agustín, de Fuentes de Nava, Marta me puso al corriente de sus avances. Precisamente, por una visita a la vecina Ampudia, también se embarcaron en la instalación de cajas nido en el patio de su colegio. Lastimosamente, no todos los centros tienen la suerte de tener al lado un pequeño bosquete, y en este caso, parece más difícil que las aves aniden y puedan verse. Pero no quieren dejar de lado el trabajo que han venido realizando, tanto en el patio como en lo referente a residuos… ¿por qué será que pasado un tiempo, bajamos la guardia y pensamos que los problemas ya están resueltos? Para no caer en esa trampa, este año están intentando armar una Patrulla Verde, pero en sentido amplio: no se trata solo de ver si separamos bien o mal los residuos, o de cómo utilizamos los espacios de juego, sino de mejorar la vida social del centro. Efectivamente, la vida es un continuo conflicto y quizá vivir no consista más que en ir resolviéndolos de a poco… sobre todo, asumiéndolos como una responsabilidad y no como una carga.



“No hacemos las cosas bien para conseguir las monedas, sino para mejorar”



Ese es el espíritu, también, de este programa: mejorar la conciencia, como me dijo Antonio, en el CEIP Alonso Berruguete, de Paredes de Nava, cosa que ya estaba notando en el colegio. Y lo pude comprobar al visitar un aula en el que estaban preparando una visita a la Laguna de la Nava. Aunque se están centrando en la mejora del patio, al que quieren incorporar una zona de juegos tradicionales y un huerto, si el ayuntamiento se implica a través del programa A Huebra, no descuidan la limpieza, que tienen organizada por aulas y cada semana sus responsables se encargan de sacar el papel y los envases. Todas estas iniciativas tienen un pequeño incentivo: ‘los berruguetes’, las monedas que el colegio ha implantado para ‘premiar’ actitudes a favor de la sostenibilidad. Aunque, tal y como me contaron algunas alumnas, no es el premio la principal motivación de lo que hacen… ¿será que hacer las cosas bien, asumiendo nuestra responsabilidad –la habilidad para responder-, es en sí mismo el mejor de los premios?




miércoles, 7 de marzo de 2018

Paramos, pero sin quedarnos quietas…


Mañana es un día especial. Nadie sabe qué pasará al día siguiente, el mundo seguirá girando y volveremos a nuestros quehaceres, trabajos, diversiones y quebrantos. Pero algo habrá cambiado, aunque cueste definir el qué.

El pasado 8 de marzo, y debido a los atroces feminicidios, muchos países latinoamericanos convocaron un paro de mujeres que sirvió de inspiración para que, desde entonces, miles de grupos de millones de mujeres diversas en 177 países del mundo decidieran darle una vuelta a la convocatoria de este año.

Llevan un año preparando la que no es la primera huelga feminista de la historia, pero sí la primera de carácter internacional. Un año para armar una huelga diferente, porque no es una protesta contra un recorte, una medida, una reforma, un gobierno. Es una huelga que nos convoca a parar el mundo que cuidamos, el mundo que movemos desde nuestros trabajos, pero también el mundo que, más que consumir, devora el planeta, el mundo que reproduce la desigualdad.

Una huelga que toca los órdenes económico, social, comercial y educativo, para llamar a rebato a las esferas políticas, para empujar a la reflexión, y remover los poderes que sustentan un mundo que queremos cambiar. Como este es un blog de escuelas, quiero que sea una profesora de filosofía jubilada la que os dé sus razones. Y me vais a permitir que barra para casa, porque es la madre de mi cuñada 😉

Decía Audre Lorde que no bastaba con que las mujeres estuviésemos juntas, porque somos diferentes. A partir del viernes, ese será el gran cambio: juntas desde nuestra diversidad habremos empezado a echar el freno a un mundo que sin nosotras se para. Quizá no sea suficiente, pero es un arranque prometedor.