martes, 20 de febrero de 2018

Un misterioso mensaje anónimo llega a Baltanás


El pasado viernes tuvimos reunión en el CEIP San Pedro. Era un día de repaso obligado y presentaciones: renovada la comisión ambiental, sus integrantes compartieron el buen funcionamiento de la patrulla de residuos o la marcha del huerto escolar, fruto del diagnóstico sobre su patio. Pero también se detectaron otras propuestas que no habían tenido eco en la comunidad escolar y que, por tanto, necesitan que les demos otra vuelta.

¿Qué tal un concurso de carteles para recordarnos apagar las luces o repasar los turnos para subir las persianas antes de tener que encenderlas innecesariamente? ¿Y una campaña informativa sobre qué podemos echar y qué no a la compostera?  A lo mejor, nuestro equipo de mediación de la convivencia también puede reivindicar el cuidado del espantapájaros del huerto como una manifestación más de respeto.

No nos dio tiempo a concretar mucho estas ideas porque, a mitad de reunión, Hermi y Rosa Mari nos contaron que había llegado un mensaje anónimo al colegio. Quienquiera que esté detrás de ese mensaje, está claro que quiere llamar la atención de la comisión ambiental sobre algo que salta a la vista: con unas cuantas imágenes, nos mostró el auténtico barullo de coches que se amontonan a la puerta del colegio en las horas de entrada y salida. Así que, aprovechando esta misteriosa interrupción en el orden del día, le preguntamos a la comisión ambiental su opinión.





Niños y niñas estuvieron de acuerdo en el jaleo de coches que suele haber, y no solo eso, sino que nos contaron que había sido hasta motivo de peleas por dificultar el paso. Además, relacionaron esas aglomeraciones con problemas ambientales, pues ya sabemos que los humos de los coches son contaminantes. Lo curioso del caso es que las soluciones, aparentemente sencillas, como venir caminando o en bici al colegio, no lo son tanto en la práctica. Había quien decía que se tarda más y a quienes les daba algo de pereza levantarse antes. En cambio, cuando salió a relucir la idea de que compartir el camino al cole con otros niños y niñas podría estar bien, la mayoría compartieron una opinión unánime: no nos dejan.

Y dicho y hecho: la comisión en pleno, con sus representantes de padres y madres y los doce escolares, se plantearon que lo primero que habría que hacer, tras compartir el misterioso mensaje con el resto del colegio, sería averiguar por qué papás y mamás ‘no nos dejan’ ir caminando al cole. ¿Será nuestro camino largo, aburrido, inseguro…? ¿Verán en ese trayecto algún tipo de riesgo que nos pasa desapercibido? Y si así es ¿podemos hacer algo para cambiarlo? Bueno, paso a paso, y nunca mejor dicho: de momento, tenemos la tarea de analizar cómo ven escolares y familias el camino al cole.

PD: y con tanta investigación ¿averiguaremos quién envió el mensaje anónimo? ;-)

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